lunes, 19 de marzo de 2012

La Psicobiología del Humor


  • La risa produce liberación de hormonas, las endorfinas, las hormonas de la felicidad.
  • Liberamos serotonina, dopamina y adrenalina.
  • La explosión de carcajadas aporta vitalidad, energía e incrementa la actividad cerebral.
  • Es un estímulo eficaz contra el estrés, la depresión y la tristeza.

Los eventos estresantes procesados a través del sistema de creencias, propio de cada individuo, pueden generar sentimientos negativos como cólera, rabia, depresión y desesperanza. Estas actitudes y emociones activan mecanismos bioquímicos a nivel del hipotálamo, hipófisis y glándulas suprarrenales, que llevan a disminuir la respuesta inmunológica del organismo, favoreciendo la aparición de las enfermedades. Si el sistema nervioso central y la mente, que controlan nuestras emociones, actitudes y creencias, pueden influir tan directamente sobre el sistema inmunológico, debe ser posible entonces influir en ese sistema modificando las creencias y emociones negativas.
Una de estas terapias es la risoterapia o geloterapia (del griego gelos=reír), que consiste en reir de una manera natural, sana y que salga del vientre de un modo simple como en los niños. Para ello se utilizan técnicas (el juego, la danza, masajes, ejercicios de respiración) que ayudan a liberar las tensiones del cuerpo y así poder llegar a la carcajada.
Según varios autores, los efectos de la risa que se producen en el organismo son múltiples y se utilizan para superar tanto problemas físicos, psicológicos como sociales:

Físicos


  • Analgésico – se segregan endorfinas, una especie de morfinas segregadas por el cerebro, con altos poderes analgésicos y que por lo tanto, mitigan el dolor; adrenalina, un componente que en buena medida potencia la creatividad y la imaginación. La risa, además libera dopamina (que mejora el estado de ánimo) y serotonina (que posee efectos calmantes). Por eso, cinco o seis minutos de risa continua actúan como un analgésico.
Psicológicos


  • Elimina el estrés – se producen ciertas hormonas (endorfinas y adrenalina) que elevan el tono vital y nos hace sentir más despierto al contrarrestar las migrañas, enfermedades cutáneas, hipertensión arterial, depresión, problemas del corazón, cáncer, úlceras, alopecia, reumatismos, anorexia, bulimia y diarreas.
  • Alivia la depresión – porque se es más receptivo y se ve el lado positivo de las cosas.
  • Proceso de regresión – es decir, un retroceso a un nivel anterior de funcionamiento mental o emocional, generalmente como un mecanismo para aliviar una realidad que se percibe como dolorosa o negativa.
  • Exteriorización – ya que a través de la risa las personas exteriorizan emociones y sentimientos. A veces es percibida como una energía que urge por ser liberada, sobre todo cuando necesitamos reír y la situación social no lo permite.
  • Mejora la autoestima.


Sociales
  • Carácter contagioso.
  • Facilitación de situaciones socialmente incómodas. Poder comunicativo del humor.
  • La mejor forma de romper el hielo.
  • Mejora las relaciones interpersonales
  • Refuerza nuestro mecanismo inmunológico; también produce beneficios a nivel físico y mental.
La risa es un recurso actual para el mejoramiento de la persona como un ser biopsicosocial.
Freud en 1905 consideró que el humor era reflejo de ansiedad, dolor o de hostilidad subyacente no expresada. Propuso que el humor tenía base en impulsos agresivos y sexuales reprimidos, y por tanto podía verse como una expresión de los mismos.

El secreto de la Risa


La popularidad actual del humor se debe, en gran medida, al libro de Norman Cousins (1915-1990) “Anatomía de una enfermedad. La voluntad de curarse”(publicado en 1979).


El fallecido editor de revistas, fue el primero en exponer ante el público, una correlación entre el humor y la salud. Cousins describe cómo se recuperó de una enfermedad de los tejidos conjuntivos que normalmente suele ser irreversible mediante un tratamiento peculiar.


En su libro, Cousins relata cómo cae gravemente enfermo, afectado de espondilitis esclerosante, es hospitalizado, con una posibilidad sobre quinientas, de curarse. Ante esta situación decide, con la ayuda de su médico, encontrar en sí mismo la curación; se instala en un hotel, mira películas cómicas, descubre las virtudes terapéuticas de la risa, recibe a sus amigos y reduce el tratamiento a fuertes dosis de vitamina C, hasta que logra curarse . Su historia dejó perpleja a la comunidad científica abrió las puertas a la investigación en este tema. He aquí un fragmento de su experiencia :


“Incluso antes de haber completado las gestiones para sacarme del hospital, empezamos la parte del programa relacionada con un ejercicio integral de las emociones positivas, para estimular las funciones químicas del cuerpo. Tener esperanza, sentir esperanza y fe resultaba fácil, pero ¿y la risa? No resulta nada gracioso estar acostado en la cama y que te duelan todos los huesos de la columna vertebral y todas las coyunturas. Era necesario llevar a cabo un programa sistemático. Pensé que lo mejor sería empezar con algunas películas cómicas. Allen Funt, productor del programa de televisión “ cámara indiscreta”, me envió algunas de sus mejores escenas, junto con un proyector, incluso pudimos echar mano de alguna película de los hermanos Marx. Corríamos la cortina y proyectábamos la película. Y funcionó: hice el alegre descubrimiento de que diez minutos a carcajada batiente tenían un efecto anestésico, permitiéndome dormir sin dolor durante al menos dos horas. Cuando el efecto sedante de la risa se terminaba, volvíamos a encender el proyector y, más de una vez, volvía a producirme un periodo de sueño sin sentir dolor. En ocasiones, la enfermera leía libros de chistes, resultaban sumamente eficaces.


¿Hasta qué punto resultaba científico, creer que la risa (así como las emociones positivas) estaba mejorando las funciones químicas de mi cuerpo?. Si era cierto..., también sería probable que aumentara la capacidad del cuerpo para combatir la inflamación. Así que decidimos hacer un análisis de sedimentación inmediatamente, antes y varias horas después de los períodos de la risa. Cada vez se producía un descenso de al menos cinco puntos. La bajada en sí misma no era sustancial, pero continuó produciéndose y acumulándose. Estaba encantado de descubrir que existía una base fisiológica de la antigua teoría de que la risa es una buena medicina. No obstante, la risa presentaba un efecto secundario negativo desde el punto de vista del hospital. Estaba molestando a otros pacientes”.

Cultivar la alegría

El Sentido del Humor como fortaleza
El Sentido del Humor es una de las principales fortalezas del ser humano. Se le atribuyen numerosos beneficios. En los experimentos de laboratorio de psicólogos positivos como Bárbara Fredrickson, los videos cómicos son una herramienta de trabajo imprescindible, por la facilidad con la que pueden provocar emociones positivas en los sujetos. Dentro de la clasificación de seis virtudes universales y 24 "rutas" para practicarlas, desarrollada por Martín Seligman y Christopher Peterson, incluyeron también el sentido del humor, un sentido del humor positivo.
  • Es una herramienta que proporciona beneficios a lo largo de muchos años.
  • Elimina el estrés y fomenta la salud.
  • Genera una gran energía motivadora.
La alegría mejora la salud
El mejor regalo que podemos hacer a nuestros hijos, alumnos, clientes, pacientes, es promover el sentido del humor. Los efectos beneficiosos sobre la salud, la flexibilidad del pensamiento, el equilibrio emocional y la resolución de conflictos, les serán de gran utilidad a lo largo de la vida.
Ya desde el nacimiento, con los primeros intercambios, se puede favorecer la sonrisa del niño, y posteriormente, la risa. Lo importante es promover esa actitud a lo largo de todo el desarrollo, sobre todo, en situaciones de conflicto, en medio de frustraciones y cuando las cosas no van como se preveían. La risa y el humor fomentan la salud. En las últimas décadas algunos casos célebres de "curaciones" mediante la utilización y/o producción de material cómico, la proliferación de diversas terapias e intervenciones clínicas relacionadas con el humor y el estudio científico de estos fenómenos ha generado un considerable interés en torno al tema.
  • La risa reduce el estrés y mejora el estado de ánimo.
  • El humor positivo está relacionado con la salud mental y física.
  • El sentido del humor potencia la eficacia de nuestro sistema inmunológico.
  • Puede ayudarnos a prevenir y a combatir enfermedades y mejorar nuestra calidad de vida.
  • El Humor es un sistema diseñado para detectar ciertos estímulos en el entorno.
  • Es un programa psicosomático: al activarse nos hace sentir una emoción positiva muy placentera.
  • Potencia la memoria, la creatividad y el poder de nuestro ordenador cerebral.
  • La risa es provocada por algo que mueve el ánimo en virtud de su carácter jocoso, ridículo placentero.
  • Los niños la utilizan, al principio, como una forma de comunicación y después se convierte en una conducta emocional
  • La risa es la expresión de una emoción.
  • El humor positivo está relacionado con la salud mental y física.
  • El sentido del humor potencia la eficacia de nuestro sistema inmunológico.
  • Conecta y comunica a las personas.
  • Permite disfrutar más de cualquier tarea cotidiana y superar los malos momentos.

Aprender a fluir

Todos pasamos algunos momentos donde sentimos tener el control de nosotros mismos, de nuestra experiencia. Estamos absortos en lo que estamos haciendo, involucrados en una actividad de que nos proporciona placer y disfrute: leer un libro, escuchar un concierto, ver una película interesante, hacer un deporte, caminar, escalar una montaña, conversar sobre un tema que nos interesa mucho. Pasa el tiempo sin que nos demos cuenta, utilizamos destrezas y habilidades, llevándolas hasta el límite y experimentamos una intensa satisfacción, e incluso euforia.
Cuando fluimos, alcanzamos lo mejor de nosotros mismos, y el rendimiento aumenta sin tener que hacer grandes esfuerzos.


El psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi, es Profesor y Decano del Departamento de Psicología de la Universidad de Chicago. Desde la década de los 70 se dedica a estudiar las experiencias que le permiten a las personas ser felices. Estudió durante más de veinte años el estado de “experiencia óptima”, o "flujo de conciencia", que él llamó “fluidez”(flow).
Lo define como un momento en que el tiempo se detiene y uno se halla haciendo exactamente lo que quiere y no desea que la situación se acabe: disfrutar. Deseamos que puedan volver a producirse.
Este concepto está utilizado hoy por investigadores de todo el mundo, en ámbitos muy diversos, Psicología, Sociología, Antropología.
Trabajó con los relatos de cirujanos, artistas, atletas, ajedrecistas, escaladores de alta montaña, y otras personas a las que les gusta mucho lo que hacen. Del análisis descriptivo de esas entrevistas, de cómo se sentían, analizó los aspectos comunes que aparecían en todas ellas. Encontró un elemento que compartían casi todas, un estado muy particular de conciencia, que definió como "flow", dado que era el término que habían utilizado muchos de los entrevistados para describir estas experiencias.
Es la sensación de que todas las habilidades o destrezas personales son adecuadas para hacer frente a los retos que se presentan. La concentración es muy intensa, no se piensa en nada irrelevante o no hay tiempo para preocuparse por los problemas, la conciencia de uno mismo desaparece, en tanto, la sensación de tiempo, se pierde.


Pueden ser diversas las actividades e intereses según cada persona, las que les produzcan ese estado. Este concepto está basado en las motivaciones más profundas del ser humano, que no se refieren a tener fama, dinero, o éxito personal, sino, básicamente, a “sentirse bien con su vida”. Lo contrapone a los placeres, que tienen que ver con la satisfacción de las necesidades biológicas.

La experiencia de fluir

El estado de Fluidez se produce cuando:


  • Afrontamos desafíos que podemos asumir.
  • Estamos concentrados en la actividad.
  • La Tarea representa un desafío y exige habilidad.
  • Existen objetivos claros a conseguir y los logramos.
  • Se obtiene una respuesta inmediata.
  • Hay una profunda implicación, que se produce sin esfuerzo.
  • Nos despreocupamos de los riesgos que la actividad conlleva.
  • Existe una sensación de control.
  • El sentido del yo se desvanece.
  • El tiempo se detiene.
  • Se produce un crecimiento psicológico.
  • Nos sentimos atraídos por actividades que nos llevan al flujo. El estado de flujo o de disfrute, es más común que se dé en actividades de ocio, pero también puede darse en el trabajo.

En uno de sus estudios, Csikszentmihalyi y sus colegas, hicieron un seguimiento de 250 adolescentes con elevada fluidez y 250 con baja fluidez. Estos últimos son jóvenes de “Shoppings”; deambulan por dichos lugares y miran mucho tiempo la televisión. Los adolescentes con alta fluidez tienen aficiones, practican deportes y dedican bastante tiempo a sus estudios. En todas las categorías de bienestar psicológico, incluyendo la autoestima y el compromiso, estos jóvenes tuvieron mejores resultados.

El Ocio Activo

Estos descubrimientos son muy importantes a tener en cuenta para uno mismo, para la familia, los educadores de todas las áreas, personas que trabajen con adultos mayores y con adictos, depresivos y, también en actividades de recreación y tiempo libre. Se trata de la diferencia entre el Ocio Activo y el Ocio Pasivo.
La dependencia excesiva de fórmulas rápidas de acceso al placer: la televisión, las drogas, las compras, el sexo sin amor, los espectáculos de cualquier calidad, el chocolate en exceso, entre otras: son ejemplos de la búsqueda de la felicidad de forma pasiva, de dependencia. Está en contradicción con la elección de vivir de forma plena, auténtica, a través del encuentro con las gratificaciones.

Disfrutar del tiempo libre

El tiempo libre tiene que ser organizado para un mejor aprovechamiento. Que sea una oportunidad para la recreación, para usarlo de una manera enriquecedora, depende de lo que cada uno haga activamente, para lograrlo. Con frecuencia, en vez de usar nuestros recursos físicos y mentales para experimentar flujo, pasamos mucho tiempo por semana viendo como otros despliegan sus habilidades, en grandes estadios, en distintos lugares del mundo, en canales de televisión, ganando, además, mucho dinero por ello. No corremos riesgos, no vivimos aventuras en el mundo externo, sino que preferimos, ver cómo los actores, de televisión, cine, teatro, lo hacen por nosotros.
El ocio masivo, así como la cultura masiva, vividos pasivamente, consumen nuestra energía psíquica, sin ofrecernos nada a cambio.


La Experiencia Óptima

Csikszentmihalyi distingue dos tipos de experiencia: la que llama "entropía psicológica", en la que la conciencia se halla desordenada, alterada y dispersa, no hay concentración y sí una desorganización en la información que se recibe, que va en contra de las metas personales. El individuo en entropía psicológica se ve obligado a centrares en problemas y su energía psíquica se estanca, no fluye. Los problemas no nos dejan concentrarnos, dispersan nuestra mente. El estado opuesto es la "experiencia óptima", durante la cual, la información que se recibe se ajusta a los objetivos personales, la energía psíquica fluye y no hay necesidad de preocuparse. La atención puede dirigirse libremente a conseguir metas personales, ya que no existe ningún problema por resolver, ninguna amenaza a la que hacer frente. Toda nuestra energía psíquica fluye en dirección a conseguir esa meta personal. Es en esta situación de experiencia óptima, donde se experimenta la fluidez.
La experiencia óptima es un fin en sí misma. La actividad se convierte en beneficiosa y recompensante por sí misma, pues el mero hecho de realizar esa actividad es reconfortante. La persona presta atención a la actividad por su propio beneficio, no en las consecuencias de la actividad, sino en la actividad misma.
El fluir es un estado de máxima concentración durante el cual estamos en pleno control de nuestra energía psíquica, y todo lo que hacemos, añade orden a nuestra conciencia.
La organización de la conciencia que produce el fluir, es cada vez más rica y compleja, de manera que se produce un crecimiento personal.
El estado de fluidez reúne pensamientos, sentimientos, acciones, emociones, hacia una misma meta. Todo es armonioso. Durante el fluir se produce una integración completa de uno mismo, y cuando el episodio de fluidez termina, uno se siente más unido, como una unidad, interiormente y con el resto de cosas y personas.
La experiencia de flujo que resulta del “hacer”, del uso de nuestras habilidades, conduce al crecimiento, nos permite saborear la vida